Hablar del vino en Mallorca es aprender sobre nuestro patrimonio, cultura, tradición, gastronomía y paisaje… hoy os proponemos un paseo por la historia del vino de la isla hasta nuestros días, para descubrir porque nuestros vinos no pueden ser comparados con los de otras regiones y hacen de la isla un lugar idóneo para el enoturismo.
LOS VINOS DE MALLORCA, UN PASADO CON HISTORIA
Existe constancia que indican que en tiempos tan lejanos como el siglo VI y VII a.C, la Mallorca prehistórica de los famosos honderos baleáricos comerciaba con este producto, aunque no fue hasta la conquista romana (año 123 a.C) que se introdujo el cultivo de la vid en Mallorca y ya en el siglo I a.C el historiador romano Plinio el Viejo, en su enciclopedia “Naturalis Historia” nos deja constancia de que los vinos de las islas eran comparables a los mejores de italia.
Tras la conquista musulmana (año 903), a pesar de la prohibición del vino en la cultura coránica, la vid se siguió cultivando y produciendo vino, incluso aplicando nuevos y sofisticados sistemas de cultivo y regadío, como así nos indica la epopeya italiana “Liber maiolichinus” que describe la cruzada pisano-catalana contra las islas bajo dominio musulaman en siglo XII y cita que los cristianos “saciaron la sed con el vino de los sarracenos…”.
Será con la conquista cristiana (año 1229) , que el rey Jaume I conceda licencias para cultivo de viñas y la producción de vino se convierta en una de las actividades económicas más destacadas hasta nuestros días, pasando por momentos de esplendor y otros de declive, como cuando en 1862 la Filoxera atacó los viñedos europeos, y Mallorca vive su época de mayor esplendor debido a la gran demanda de los vinos de regiones no afectadas, hasta que en 1891 la plaga llegó a la isla y provocó la paralización del mercado. Fue entonces cuando muchos campos de viñas fueron sustituidos por otros cultivos, principalmente por almendros.
En el siglo XX comenzó la replantación de la vid, aunque la producción y comercio se verá afectado por los conflictos nacionales, internacionales y comienzos del turismo que preferirá importar vinos peninsulares, hasta que en la década de los 90 se produzca una lenta pero progresiva recuperación del sector que ha conseguido que hoy en día los vinos mallorquines sean de una alta calidad y reconocimiento por parte de los expertos.
UN PRESENTE CON FUTURO
Hoy en día en Mallorca hay más de 70 bodegas, más de 500 marcas de vino, dos denominaciones de origen y otras indicaciones geográficas, aunque son las variedades autóctonas, el gran tesoro enológico de nuestros vinos.
D.O. BINISSALEM
En el centro de la isla se encuentra la comarca de la D.O. Binissalem, una geografía de relieve suave, protegida de los fríos vientos del norte por la Serra de Tramuntana. Compuesta por 13 bodegas repartidas en 5 municipios. Sus vinos más preciados son tintos con al menos un 30% de la variedad autóctona Mantonegro, que produce vinos de cuerpo ligero y aromas afrutados que evolucionan a confituras, y blancos producidos con un 50% de la variedad variedad autóctona Premsal Blanc (también conocida como Moll) que produce vinos afrutados, frescos y equilibrados, el cultivo de esta última variedad se ha extendido por la península.
El vino es protagonista en fiestas tradicionales de la comarca, como las Festes des Vermar (fiestas de la vendimia) que se celebra cada mes de septiembre (imprescindible degustar los fideos de vermar por supuesto, acompañados de una copa de vino) También en mayo, se celebra un evento de carácter internacional, el Wine Days Mallorca, que incluye programas de puertas abiertas, mercados, catas y la mejor gastronomía informal de food-trucks locales.
D.O. PLA I LLEVANT
Hoy en día la D.O. Pla i Llevant se reparte en 19 municipios, cuenta con 13 bodegas y más de 70 viticultores. Las viñas crecen prácticamente a nivel del mar y producen vinos tintos, blancos, rosados y espumosos. Además de las variedades autóctonas ya comentadas, esta comarca también produce vinos con otras variedades autóctonas tintas como Callet, superviviente de la filoxera, Fogoneu, que produce vinos elegantes y recientemente ha recuperado la variedad tinta Gorgollasa, que estuvo apunto de desaparecer y produce vinos ligeros y afrutados y la variedad blanca prefiloxera Giro Ros, que produce vinos de alta calidad y graduación.
VINOS DE LA TIERRA
Además de las D.O. mencionadas, los vinos de Mallorca se identifican en 3 indicaciones geográficas bien diferenciadas: Vino de la Tierra de Mallorca, que elabora vinos con uvas autóctonas e internacionales íntegramente producidas en Mallorca, Vino de la Tierra Serra de Tramuntana-Costa Nord producido en el territorio más abrupto de la isla, desde Andratx a Pollença, destaca la elaboración de vinos Malvasía, vino blanco y seco cuyas viñas crecen en bancales junto al mar y Vino de la Tierra Illes Balears.
Los vinos mallorquines tienen un carácter propio, aunque nuestros viñedos como los de otras regiones, están padeciendo las consecuencias del cambio climático, por ello en la isla se aplica cada vez en más zonas la viticultura regenerativa, centrada en recuperar la vida y minerales del suelo. Descubre con tu guía local más productos mallorquines y crea tu ruta con experiencias gastronómicas y degustación de vinos en bodegas ¡Te esperamos!
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